Religiones … Modificado: Noviembre/2013
Con mi más profundo respeto a todas las libertades …
No entiendo como algunas religiones intentan “invadir” nuevamente
nuestro suelo occidental para imponer, de a poco, su religión.
Sabido es que el “bienestar” del que gozamos por éstos lares; nada tienen
que ver con la religión, ni la de aquí, ni ninguna otra; no nos olvidemos
de hace siglos, que investigar, descubrir, tener nuevas ideas, innovar…
eran sacrilegios que se penaban con la muerte.
Por lo tanto, los adelantos tecnológicos, científicos, interraciales, etc;
los debemos a los intrépidos temerarios que se decidieron, por suerte, a
desafiar las creencias dominantes.
Lamentablemente, hemos perdido los humanos un par de miles de años
de desarrollo; y a día de hoy, podríamos ya estar viviendo sin necesidades,
ni enfermedades y en otras mejores etapas de nuestra evolución.
Las religiones “invasoras” deberán tener en cuenta el grado de desarrollo
alcanzado en sus países de origen, educación, alimentación, etc. y
plantearse si les gustaría implantar aquí los mismos motivos que los
obligan a emigrar de sus familias y entorno para encontrar un mundo
mejor aquí (algo legítimo y admirable).
Por mi parte…. ¡ lo tengo muy claro ! ….
7/12/2009
Supuesta reunión en Estados Unidos(click aquí)
Junio/2013
Como ya es tiempo de verdades, aquí les dejo mi opinión acerca de la
verdadera identidad de Jesús, el nombrado en la biblia; basado en la
experiencia del Arqueólogo biblico Don Ron Wyatt, el descubridor del
Arca de la Alianza y otras joyas históricas.
Este señor lo ve todo de manera religiosa y divina, pero yo voy a ignorar
ese detalle superfluo que le resta seriedad.
En la gruta de Jeremías, el sitio de la crucificción (Jerusalen), en la base del
acantilado donde se encuentra ésta; al morir Jesús la tierra tembló y se abrió
una grieta. Esa grieta, resultó que llegaba hasta la cámara donde 500 años
antes se escondió el Arca. La sangre de Jesús se escurrió hasta ese preciso
lugar y quedo ahi por estos 2000 y pico de años.
Lo interesante es que cuando éste señor descubrió esa cueva, había cuatro
entidades no humanas custodiando las reliquias. Le explicaron lo que había,
y le dijeron que podía tomar una muestra de la sangre para hacerla analizar.
La sorpresa mundial fue que la sangre no estaba muerta, a pesar del tiempo;
y pudo hacerse el análisis genético. El resultado mostró que era sangre humana;
pero con 24 cromosomas únicamente. 23 maternos y sólo 1 paterno, el cromosoma
(y) pero de una fuente no humana.
Ahora viene mi opinión. Basándonos en éstos hechos, puedo decir que en realidad
Jesús fue un ser creado artificialmente, alojado en un útero humano para su
madurez, con el único fin de ser sacrificado por una causa. Esa causa sería la de
fomentar en la humanidad una corriente de pensamiento y de valores morales
que unificaran a la raza humana, creando para ello un movimiento universal,
(la iglesia); o que terminó degenerando en (la iglesia) (ó religiones).
Estos seres, posiblemente extraterrestres, de tecnología muy superior, tal vez
ya contaban con que ese experimento degenerara; y por eso anunciaron que
volverían, se sabría la verdad y se juzgaría. Y lo digo porque ya sabemos lo que
opinan algunas de las entidades extraterrestres acerca de nosotros los humanos;
que somos una especie peligrosa y no confiable. Por lo que, todo lo que hagamos
acaba degenerando.
Ahora, volviendo a Jesús, y su aparente resurrección; podría estar ligada al
diseño de su sangre, con nano tecnología implantada (sabemos ya de otros
seres con esas cualidades)(Caso Jonathan Reed) que les permiten regenerarse;
o bién, teletransportarse y luego volver, como si no hubiera pasado nada, de su
lugar de origen. Esto sí que explicaría muchas de las incógnitas del tema.
Que ingenuos hemos sido los humanos. Aquella época de ignorancia. No creo
que ahora, en la era de la información y el conocimiento, puedan engañarnos
nuevamente con triquiñuelas como aquella. Aunque sí estamos ya esperando
que se hagan ver de una vez. Y ellos también lo esperan...
Noviembre/2013
Interesante video testimonial sobre la actualidad vaticana
Marcelo J. Campos Pérez
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