El cielo ... Mañana cuando sea solo una fotografía colgada en la pared, unos ojos que no ven, una habitación vacía, una voz que, con el tiempo, se olvida. búscame, si me necesitas... Búscame en la lluvia y en la brisa, en los ojos de los niños y en su risa, en los tallos tiernos de la hierba, en e...
61 La resaca. El nuevo edificio de la Caja, en la “calle ancha”, era bonito. Lo habían vestido de Navidad y, no se porqué, aquello aún me ponía mas triste. Trataba de no pensar. Llegaba por las mañanas a las ocho y me metía en el despacho de la tercera planta, donde me habían destinado y me enredaba...
51 ¡primer asalto….! -Hemos quedado aquí con Juan Pedro de Aguilar a las nueve.- ¡Ná que se nos iba a hacer tarde! -Pues ya no debe de tardar, tiene una grabación a las nueve. Si queréis podéis esperarle en la salita y yo os aviso cuando llegue. La chica era morena, alta y guapa y más simpática que ...
41 El puente “la gorda”. -Bueno, Isidro, yo me voy por la otra orilla. A eso de las dos y media nos vemos en “El Puente la Gorda”, ¿eh? -De acuerdo. Antes de irte déjame una cucharilla blanca de hoja de roble, que la última vez que salimos perdí las tres que tenía y ayer fui a casa de García y ya es...
31 la Caja. -Aquí tiene usted la Cartilla de la Seguridad Social. Pásese por la consulta de D. Cayo del Amo, que está en la calle de la Feria, en el número 5, para que le haga el reconocimiento médico, y como le corresponden diez días de vacaciones de este año, pues se las toma ya, y se presenta a t...
21 La Bolera -¿Dónde te duele, Andrés? -¡Joder, aquí!- se señalaba el lado derecho de la tripa. -¿Y que hacemos? -Que vamos a hacer, ¡Pues salir a tocar! -¡Pero como, si no puedes ponerte derecho! -¡Venga, venga!, vamos para afuera que son las siete y la sala está hasta arriba de gente. El Güisqui C...
11 …y la química. El cuarto curso se me atragantó. No podía con la Química. Nos daba clase D. Andrés Masiá, director del Instituto; un hombre serio e inflexible, perfectamente vestido y de aspecto patibulario, cuya sola presencia imponía. Las clases eran mixtas y estar con las chicas me aturdía. No ...
El barrio de las Casas Baratas. (Una historia vulgar) 1ª parte. A mi mujer y mis hijas. Isidro, febrero 96 1 gorriones y tebeos. Las cuatro de la tarde de un luminoso día de Julio. El calor es sofocante. En la calle, debajo de una acacia, cuatro o cinco chiquillos con los tirachinas en la mano miran...
El nido El coche dejó la carretera general y tomó el camino de tierra que atravesaba el espeso bosque de pinos. Después de cruzarlo y de subir una pequeña loma, se detuvo delante de la casa. Un hombre, en mangas de camisa y pantalón vaquero, bajó del coche y miró satisfecho la marcha de las obras de...