Dormido se halla el estro...

[Francisco Escobar Bravo]

Dormido se halla el estro y no despierta.
Quizá es que ya se hartó mi Poesí­a
De tanto consumir dulce ambrosí­a
y yace en mi cerebro igual que muerta.

Preciso es de esa estancia abrir la puerta,
que deje su prisión siniestra y frí­a,
volviendo a retozar con alegrí­a;
tornando el seco erial en feraz huerta.

Mas, vago, se resiste el magín mío
Parece echar de menos a su Musa.
Sin ella mi cerebro está vací­o;

mi mente piensa en vano, está confusa.
Parece el porvenir triste y vací­o,
la estrofa brota pobre y muy difusa.

¡Sin duda fue una ilusa..!
Soñó que brillarí­a eternamente
la luz que se ha agotado de repente.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡ Hola don francisco!...no si por dormir no se trate...
la culpa es de esa señora.. que lo tiene cómo espina atravesada
en el garguero...
pero muy bueno el tema.
Un abrazo de Antonia

[Francisco Escobar Bravo]

¡Que no, Antonia, que se confunde! Este soneto lo tengo escrito desde el lunes, antes de recibir la crí­tica de esa periodista, pero no me habí­a dado tiempo a pasarlo a Word.
A la Musa hay que despertarla a veces, porque es muy dormilona. Unos buenos azotes y a trabajar.
Gracias por su tiempo, amiga mí­a.
Saludos.
Paco