Cuando el sol duerme al final del día,
Yo siento que mi vida se estremece,
La romántica luna me regala su poesía,
Y la vida se despierta en todo lo que crece.
Obras maestras que nos inspira Dios,
el alma del poeta se rinde sin luchar,
El amor es la verdad sin artificios,
a vencido a la suerte buscando solo Dar.
Un poco de la verdad llevo en el alma,
Y con ella construyo mis poemas,
Los llevo donde se respira calma,
Y soy feliz, en el sendero de mi paz.
Por ti vivo sin pensar en nada malo,
Tu energía la llevo en mis desmayos,
Tu fuerza me levanta de los muertos,
Y vivo de nuevo entre tus cálidos lazos.
La luna es la voz de la victoria,
Y en ella alguién leera mis tibios versos,
Uno a uno los dejaré en su ciber memoria,
y un jardín de poemas florecerá en el cielo.