Me pesa ser de tierra y fugitivo,
entre lunas y soles que he soñado,
qué más da, todo es humo, todo es vado,
hasta ver encontrado el buen arribo.
Tengo amigos y alguno bien festivo,
de bienes no carezco en el estado,
las mieles de un amor no me han faltado,
aun por ello me siento muy cautivo.
Y es que aquí, tanto pesa, ya me pesan,
soledades, que algunas son nacientes,
silencio tras silencio siendo nada.
Será que al fin los cielos ya me besan,
y me atraen con los brazos sonrientes,
sus palomas que cantan la llamada.