CALANDA

[Isa Morion]

Cita con las gentes del mundo.

Estamos en S. Santa, decido conocer Calanda; Famosa por sus melocotones, un genio del surrealismo, y sus mundialmente conocidos tambores.
Viajo con mi hijo Cesar en autobús, el paisaje es desértico y hace un frío que cala hasta los huesos, hacemos una parada para comer en la bonita ciudad de Teruel al tibio sol de marzo.Despues de varias horas de viaje, ¡por fin llegamos a nuestro destino! nos reciben con tanto calor y amabilidad que nos olvidamos de las bajas temperaturas, el hotel es muy confortable y está ubicado en pleno centro, al lado de la Fundación Buñuel y de su casa de invierno.Después de cenar nos preparamos para ver todos los actos, el vía-crucis nos lo recomiendan como algo muy interesante que no hay que perderse, en efecto; Es impresionante ver a tanta gente de distintos puntos del mundo con tanta emoción reflejada en sus rostros, el olor del incienso, cientos de tambores tocando de forma magistral, todos los cofrades vestidos de nazarenos, el calvario iluminado con velas, las voces entonando bellos cantos, la noche iluminada con una luna redonda y plateada, todo concurre a hacer del momento algo inolvidable, tanto que a pesar del frío no deseaba que la noche terminase.Me voy a descansar con la impresión de haber viajado por medio mundo.
La Fundación Buñuel está llena de curiosidades sumamente interesantes para los amantes del cine.Visitamos también la casa de verano de la familia Buñuel a tres Km. del pueblo: ya no pertenece a la familia Buñuel, la han comprado unos lugareños que dedican la inmensa finca a cosechar melocotones, nos perdemos la famosísima Rompida de las doce de la mañana, la escuchamos desde la casa de verano,(cientos de tambores tocando a la vez con un ritmo trepidante,y espectacular).Nos despedimos de esta familia amabilísima que nos enseñan toda la finca y nos cuentan historias interesantes.
De vuelta a Calanda decidimos comer al sol de invierno en un restaurante delicioso. Después de un descanso merecido y una buena ducha nos disponemos a seguir disfrutando del ambiente universal, y único de estos días de vacaciones.
Comienzan a salir por todas las calles adyacentes a la inmensa plaza gentes con tambores de todos los tamaños, forman círculos de diez personas, cada grupo toca de forma diferente y da la impresión de que se conocen de toda la vida, me dan un tambor pequeño y unas instrucciones básicas, me siento muy cómoda e integrada en el grupo, con la adrenalina a tope, totalmente feliz. Cesar abraza a un joven rubio con una gran cámara a la espalda: es un amigo de Copenhague periodista muy interesado en estas fiestas, no podían creer su encuentro tan absolutamente inesperado. Decidimos ir a celebrarlo a un bar cercano, el chico danés no salía de su asombro con el ambiente único de la noche , y la alegría por el encuentro con su amigo.
Me parece escuchar que me llaman por mi apellido: ¡Morión, Morión!... ¡No me lo puedo creer! La voz se escuchaba más y más cerca, me siento abrazada sin piedad, ¡por Dios! ¿Que haces aquí Arturo? Hace un mes que estoy en España, me acabo de jubilar y no regresaré a Australia, deseo vivir en mi país el resto de mi vida, me he comprado una casa en Santander, pero quiero disfrutar de todas las fiestas que la vida me permita, y he comenzado por venir a Calanda, no puedo creer lo que me está pasando, ¡pellízcame por favor!, lo mismo me ocurre a mi, ¡querido Arturo! ¡Cuantos recuerdos de la infancia acuden a mi memoria! Esto hay que celebrarlo por todo lo alto, dice Arturo, os invito a cenar, les cuento a los jóvenes que es un amigo y vecino de mi infancia. (Mi hijo había escuchado anécdotas singulares de él). Nos vamos a celebrarlo, terminamos cantando preciosas canciones montañesas para regocijo del joven danés.
Calanda y su S.S. es una inmensa cita con el mundo.Nunca podré olvidar la sensación de complicidad con tantos seres desconocidos, la magia de esas noches. A la mañana siguiente los cuatro cojemos el autobús camino a Zaragoza, llovía suavemente y los tambores seguían sonando. Prometemos volver a vivir esta maravillosa y única S.S.
A pesar del frío de la madrugada mi corazón estaba lleno de calor, pleno de felicidad.

Calanda, S.S. del año 2008.
Isabel Morión.

[Marí­a de león]

Querida amiga Isabel,
has realizado un precioso trabajo
donde la amistad ha renacido
en un encuentro casual.
Muy bueno lo he disfrutado.
Un saludito.
María.

[Antonia Pérez Garcí­a]

Muy bueno Isa.
Un beso.
Antonia.

[Victoria]

Bien Isa... Calanda
está muy interesante.
Un abrazo.
Victoria.

[Claudia]

hermosa historia, narrada para soñar
saludos desde Argentina, aquí tambien se hacen muy lindos paseos para la Semana Santa hay lugares muy emblemáticos, ahí me fuí en mi memoria
claudia