que quiere dejar el cargo.
Sorprendente es. Sin embargo,
no ha de crear gran conflicto.
Cónclave habrá y un edicto
nos dirá quién le sucede:
Italiano, español puede,
de color si se me apura:
Tan sólo debe ser cura,
norma de la Santa Sede.
Porque, a decir la verdad,
lo pudiera ser cualquiera
que demostrarnos pudiera
ser varón de calidad.
Mas siempre a Su Santidad
eligen los cardenales
de entre sus mismos iguales.
Así todo queda en casa.
Luego, pasa lo que pasa
con tan inmensos caudales.
Pues el Banco Vaticano
es rico como ninguno.
Hay que evitar, pues, que alguno
ajeno meta en él mano.
Es por ello, y no es en vano,
que impiden tal privilegio
y que queda en el Colegio
la elección del nuevo Papa.
Porque, a nadie se le escapa,
asunto es “la pasta” egregio.