muy cortas las patas tiene.
Mentir a veces conviene
y quien no miente delira.
El mundo es del mentiroso,
no del que siempre es sincero.
Gana más fama y dinero,
llegando a ser poderoso.
Y, para colmo de males,
cómo se ganen no importa.
Aunque injurien, se soporta.
Según lo que tengas vales.
¡Ay, los perdidos valores
de honradez y señorío..!
El que más miente es un tío.
¿Quienes no? Los perdedores.
Apliquemos este cuento
al tema telefonía:
¡No cambies de compañía,
si no quieres sufrimiento!
Te darán gato por liebre,
diciéndote mil embustes.
Lograrán que te disgustes
y que termines con fiebre.
Haz caso de mi consejo,
porque todas son iguales:
Fraudulentas, desleales,
te roban hasta el pellejo.
El consejo que te doy
síguelo atento y evita
decir después: -¡Virgencita,
que me quede como estoy! -.