¡Maldito dolor de muelas
que me tienes hecho polvo!
Pensando ser unos dioses,
en verdad somos muy poco.
Ante un simple dolorcillo,
¡qué poquita cosa somos!
Se acaba la valentía
y acabamos medio locos.
- Como la salud no hay nada -,
pensar debe el ambicioso,
Ni el dinero ni la fama…
¡Estar sano es ante todo!
Pues sin eso nada vale
y es mucho más rico el mozo
siendo pobre que el anciano
aunque tenga mil tesoros.
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
El mejor calmante es que te la extraigan y ya lo hicieron ayer tarde.
Le agradezco mucho su presencia en mis poemas, querida María.
Muchos besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
Bueno... se me paso su dolor de muelas,
es que a mi da cada dos por tres,
y si me las sigo quitando ni abrir la boca podré
y sin muelas quien mastica,
es la edad ... la edad la que nos las quita,
y sin ellas no hay poesía, despues llegan
las postizas.
Un abrazo.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Inconvenientes de llegar a viejo, querida Antonia.
Aunque peor es no llegar, claro.
Muchas gracias por su amable comentario y que se mejore, querida amiga.
Besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.