- Con todo lo que gasté
una fortuna tendría,
mas hice una tontería
y mi caudal derroché.
¿Jamás coto aprenderé
a poner a mi locura?
Siempre pensé en la aventura,
sin cabeza y sin buen tino.
No es raro que mi Destino
me produzca esta amargura. -.
Así se quejaba un viejo,
viendo oscuro el porvenir.
Y todo por no seguir
un sabio y simple consejo:
“Olvida tanto cortejo
que te conduce a bien poco.
Sé más prudente y no loco,
teniendo en cuenta tu edad.
Ésta es la amarga verdad.”
Mas no hizo caso tampoco.
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
¡Hola Don Francisco!... muy buenas décimas
" me he perdido y no me he dado cuenta"
si me encuentran recenle al señor,
que si me encuentra dejará de ser señor , je, je, je,
La depre me está ganando.
Un abrazo.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !