Bajé a tirar la basura
al contenedor debido
y topé con un sujeto
que hasta el aire que respiro
contaminó en un instante:
Pestazo y olor a vino.
Tumbado estaba en el suelo
pegando voces y gritos,
en su mano una botella
que apuraba como un grifo
cuando te quedas sin agua
y buscas que caiga un hilo.
No le di las buenas noches,
pasé al lado y me hice sitio.
Luego, al volver para casa,
pensé: - Pude ser yo mismo. -.
¡Gracias al Cielo! Si un día
no me hubiese dado aviso
como aquél me encontraría,
mas no debió ser mi sino.
En verdad que tuve suerte
o fue un ángel quien me dijo:
- ¿Quieres cumplir los sesenta?
¡Deja de beber, chiquillo! –
Menos mal que le hice caso,
pues si no como ese tipo
estaría hecho un guiñapo.
¡Eso si es que estaba vivo!
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
Muy bueno
diría buenísimo!!! ve, que su musa
está en todas partes... sólo la mia falla, es traidora,
Don Francisco estoy preparando este año también
el recital de poesía aquí en Santander, 100 MIL Poetas Por el Cambio
realizado conjuntamente con California el día 27 de Septiembre.
Mandaré poemas suyos, y aquí en Santander presento el nuevo libro
de Esther Luscinda Melcón " LA ILUSIÓN DE MI DESVELO" con éste libro
Esther ya tiene 12 libros escritos.
Un abrazo.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Me alegro por Esther, se ve que tiene dinero para pagarse la edición de sus libros. Yo, como soy pobre, no puedo permitírmelo.
Aunque tampoco lo haría si tuviese posibles, porque para empapelar las paredes de mi casa con ellos sería un gasto superfluo. La Poesía no vende, amiga mía. Por muy buen poeta que seas. Y Esther Lucinda no es precisamente de los mejores.
Disponga usted de mis poemas como desee, le quedaré muy agradecido.
Muchas gracias y muchísimos besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.