¡Nada de agravios ni enfrentamientos!
que fluyen como espuma de jabón,
trabajar con manos limpias.
¡Nada de fusiles y de balas!
¡Respeto absoluto! ¡Mundo en paz!.
Al pequeño y al mayor, consideración,
al niño merecedor de complacencias:
¡Regalos! ¡Sorpresas! ¡Estímulos!.
En sus desvaríos, llamadas urgentes,
apropiadas de atención.
Dulzura de miel, boca empalagada,
corazón arrogante que empuja
a la egolatría, a no doblegarse.
Tener las cuerdas en la fiesta,
para tocar el ritmo que más agrada.
Con normativa complejidad,
inmovilidad para accionar cabalmente,
la toma de decisiones se limita.
Transitar en sentido contrario,
es causa de una infracción.
Libertad con propios parámetros
hace reflexionar en cada resbalón,
sana las heridas accidentales.
Pintar los rayos del sol intensos
y el reloj marcar los minutos y segundos.
Levantarse por autoestima,
dar los primeros pasos del niño
sudor de la frente en trabajar
cumplir, da méritos y alimento,
respetar la sana economía.
¡Vivir en paz!
Moderador: IVAN CARRASCO AKIYAMA
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Comentario al poema
Estimado Poeta...¡Ojalá se pudiera vivir así como lo desea en este poema,
pero la realidad es tragica, vivir día a día donde ya la paz, está lesionada.
muy buen mensaje nos deja...GRACIAS.
Mi saludo.
María.
pero la realidad es tragica, vivir día a día donde ya la paz, está lesionada.
muy buen mensaje nos deja...GRACIAS.
Mi saludo.
María.