EL TRANSCURRIR

[ERNESTO WÜRTH]

EL TRANSCURRIR.

He seguido hurgando en los follajes de mis años,
miro a través de las transparencias;

hay tantas hojas de distintos verdes,
hay ramas que caen y otras que parecieran volar,
tropiezo en mis jardines, me siento en sus escaños,
comparo los colores y veo tantas diferencias
y me pregunto a menudo….¿Dios, adonde voy?


A veces veo tantas aves volando silenciosas,
¿adonde se dirigen? ¿están emigrando?
y me vuelvo donde yo mismo y me miro en mis follajes
y quisiera ser pájaro para volar misterioso,
quisiera ser pasajero como golondrina migratoria
volar y volar y conocer tantos parajes,
encontrarme con mi después, mi soledad, mis equipajes,
y preguntarle a la vida…¿dónde te has ido, a cual noche?
Porque no quiero volver al oscuro paisaje,
no quiero ser noche, quiero sumirme en las nubes blancas
del brillo de la aurora, junto al mar, a mis olas.


Este eterno transcurrir es un eterno escape
huímos de todo, sin darnos cuenta que vamos al infinito,
allí donde todo se termina, de repente se termina,
es tan difícil llegar al horizonte, tocarlo, anclarse en sus astros,
nos encontramos con muchos rostros, muchas manos, muchas caras,
todos buscando la felicidad que corre adelante
¿en donde estas?
Y el silencio se torna música y nos abre sus puertas la soledad
y llegan las olas del mar y musitan sus gemidos con ritmo, y después, calla,
es la nada que vuelve, la terrible nada que nos envuelve,
porque no se puede parar, hay que ir tras el transcurre.

Parte de MONÓLOGOS 2005.

[Antonia Pérez Garcí­a]

Don Ernesto...bendita sea esta filosofí­a que nos permite
leer esta grandeza de sentimientos.
Un abrazo de Antonia.

[ERNESTO WÜRTH]

ANTONIA, el mar inspira la vida misma, y nos dice, que todos venimos del mar, con Anaximandros de la mano...........saludos y muchas gracias por comentar, ernesto

Don Ernesto...bendita sea esta filosofí­a que nos permite
leer esta grandeza de sentimientos.
Un abrazo de Antonia