ahora debo cerrar mis alas
y también la puerta y quedarme dentro.
Andá vos mujer por agua fresca
que nuestro jarro está a medio llenar
y el agua de las flores perdió la claridad.
Yo pondré dos sillas junto a la ventana
y afilaré el hacha mirando los pinos
y luego haré leña para el invierno.
Ahora debo guardar mis ropas y mis poemas
en el cajón vacío de tus medias
y después vender mi linyera
al caminante joven a quien veré marchar.
Ya no están mis oídos
para una voz que aclame mi nombre detrás del horizonte;
ya no están mis manos
para recorrer un corazón que se sienta dulce y solitario.
Debo mirar de reojo hacia la noche,
por última vez,
y ver alejarse a la tristeza
y pensar preocupado en el mañana.
Andá vos mujer por el pan y la miel,
que la puerta ha trancado y me he quedado dentro tuyo,
y porque habrá escasez de alimento tras el otoño
y porque me he quedado sin alas hasta para ver al viento pasar.
Andá vos por más gruesa lana y dos agujas de tejer,
que este invierno estará frío
y recuerda que para entonces,
para entonces ya seremos tres.
![Imagen](http://www.bancoimagenes.com/cd609/cd609f047_a.jpg)