Antonia Pérez García escribió:
¿Acaso me buscas?...
profundo silencio.
¡Por eso me diste
alma de escenario!...
¡por eso soy tu marioneta...
tu colgajo !
la que canta con el llanto
la que gime y la que rie
la que trastabilla y cae.
¿Acaso me has encontrado?
a tientas y por la negra sombra
ésta misma que rodea
al sol ardiente...
que ahoga la belleza
de mis sueños en el mínimo
espacio que me dejas.
Antonia.
Conozco esos silencios
Conozco esos silencios...
Unos, se quedan callados;
otros, se que dan vacíos
y hay más de un silencio triste
que nunca le sientes ruido.
Ayer, vi uno, era altivo,
me miraba desde sus adentros...
¡Y yo, que lo intuía,
le desprecié al elemento!
Ha silencios que dominan,
que reparten muchos fríos...
Los hay hasta vengativos,
¡Ay, qué silencios Dios mío!
Pero hay silencios de amor
de esos que hemos querido,
que cuando nos sienten... abrazan
y perdemos el sentido.
Me gustan esos silencios,
llevan pausas que se agitan,
¡Ya los conozco a todos
por que los siento en mi vida!
He hallado un silencio triste
llorando melancolías,
soledades de las ausencias
lloraba a lágrima viva.
Y lo encontré tras los muros
donde se esconden las almas
intentando no ser vistas
cuando saben quién les habla...
Le hallé acurrucado
cabizbajo y circunspecto...
Y le dije: ¿Anda, si estás aquí dentro,
enjambre, insecto?... ¡Y, en mi vientre!
Como si nada escuchara, me mira
y se deshacía en sus vuelos;
¡Mala yerbas me den,
si yo lo dejo que vuele,
porque lo quiero sentir
igual que el a mí, el me siente!
Elisa.