Por esos balcones grises
de mi patria , enarbolada
aparece aún en nostalgias
una bandera, callada,
insisten en su memoria
los rumores de batallas
que agitan en un sombrío
remolino de rencores
nudos de besos tardíos
y ejercicios de fragores.
Bandera, cosecha inerte
Bandera, surcos sagrados
que atestiguan de la sangre
vertida de los soldados.
Versos que no son extensos
pero tiemblan los sentidos
agudos , desgarradores
como el gozo reprimido
por ajenos que amonestan
y no entienden los suspiros