Tu voz

[cesarlucil]

A Karen

Tu voz, húmedo musgo, refrescante espesura
de montañas y lagos, horizonte de besos
disueltos en palabras y mínimos susurros
en el nuevo universo del amor sin distancias.

Tu voz, paloma blanca, derramada ternura
de cafetos y trinos, vanidad de caricias
dejadas en la orilla de mi playa morena
donde los labios quieren deshojar la tristeza.

Tu voz, pedernal negro, cansados estertores
de volcanes y rocas, mitológicos pasos
cruzando los caminos de mis mapas agrestes
donde las manos quieren descifrar las pasiones.

En las tardes espero su rubia campanada,
sus cristales dormidos, su temblor de luceros,
quebrándose en las venas de mis cielos huraños
donde mi cuerpo busca tu cuerpo de promesas.

¿Algún nomo del Este se ha perdido en la gruta
donde crece el diamante de mi canto silvestre,
y tu voz de conquistas que viene con las tardes
quiere llevarlo en alas hasta su cueva de oro?

¿O es acaso una fuente que ha perdido su ritmo
de manglares y helechos en mi verso de jungla,
y es tu voz de colmenas que viene con las tardes
la que llega a cantarle su horizonte de risas?

La escultura del viento no se pregunta dónde
comienza la ternura de sus líneas de seda,
porque sabe del Este su magia desbordada
que viene con las tardes a cubrirla de besos.

[Antonia Pérez Garcí­a]

Amigo poeta César, TU VOZ...se desliza entre la musa indiscutida que es Karen
capaz de despertar al uní­sono. Precioso poema.
Un abrazo de Antonia.