VII de la muerte de mi esposa Elena. Todos los años publico
este u otro poema, al que le agrego algo, cada vez. Nuestro
viaje favorito a Buenos Aires es donde escribí éste, hace mucho.
CON PULSOS Y DIAPASONES.
PENSANDO EN MÚSICA, UN POEMA,
UN TRISTE ANIVERSARIO.
REV. IIIIIII
Trizó la brisa esa idea,
calló la hora, detuvo minutero,
cayó aerolito lanzado del cosmos
desde monte Venusiano, tonalidades fucsias,
acordes: violín triste, atorado, stradivarius.
y se paseó nube verde color nada,
silba sonata entre dedos amarrados
junto a teclas de nácar y un piano, diapasones.
Es que estás allí………¿ y tampoco estás?….
pero de lejos truena voz con poesía….¿tú?
declamas versos cascabeles fundidas en farolas
entre bandoneones y tangos gardelianos,
pulso de vida, tic tac de reloj, no se detiene,
a veces se asusta la vida, se ignora, pero sigue,
y la palidez de la ausencia es manantial
de recuerdos que vagan, sin caminar
….. zorzales zorzalean staccatos precipitados…
está triste Donino junto a Piazzola,
duerme la vida, bajo el mismo farol ideario,
mecen el aire y mis pinceles llenos de sismos;
surtos en la bahía, mi barco de papel, mi alma
que se llenó de miel, mirando esos ojos de panal.
Pero se fueron esos iris llenos de luz
y quedó flotando sólo su energía, de color azul.
Se prende farol y nace su voz amilongada,
trotan versos cual corceles diestros erguidos
y se agolpan rimas en brutales ritos,
fanáticos mitos nos visten el alma
deseo un streeptease para aliviarme
y dejar las ausencias en un cementerio;
la palidez desviste la confusa idea de lo ignoto,
y coloca una lápida inscrita sin nombre:
aquí yace en blanco, el olvido tan austero
que quiso ser nadie, inalámbrico, sin luz.
Y un diapasón se olvida del silencio
y canta un tango, prendido de tristeza.
Y tomo su mano imaginaria y danzamos callados.
Allí en Buenos Aires, en La Recoleta.
2 de febrero del siempre.