Con cariño veo la tierna
niña que pasea de la mano
de su madre.
De mirada dócil
y cabellos claros
camina a paso rápido.
Su rostro delata en ella
una inmensa alegría,
se dirige a hacer las compras:
PRENDAS , JUGUETES Y GOLOSINAS.
Sale con ella todos los días
y aunque no siempre su madre le haga regalos;
estar con ella, jugar con ella,
pasear con ella lo necesita.
Su madre toda la vida le dio su amor
su cariño y su ternura;
juega con ella como dos niñas,
también pelean como dos niñas;
pero se quieren como MADRE E HIJA . . .
Se respetan mutuamente,
una como tesoro que durará eternamente
y la otra como Dios al que debe respetar.
MADRE E HIJA siempre juntas
se las ve pasear y aunque
los años pasen y la niña crezca
siempre juntas ellas estarán .
MARIA VICTORIA CAMPOS PEREZ