... aún, aún puedo recordar

[eledendo]

... y es que aún, aún puedo ver;
puedo salir a la calle y hallar camino, entibar o acribillar el pecho,
bruñir el corazón, destruirlo,
y aún, aún puedo recordar;
... por tanto, frente al cielo puedo empeñarme aun en su luz y hondura,
en la vertebración que tuve cuando el mar ardió y de mí­ sólo quedaron
el lecho y las orillas, y del inmenso horror - cual suprema desnudez - las tapias;
y es que aún puedo dirimir una batalla o guerra y ganarlas,
desgarrar los velos, asomarme al otro lado del mundo y observar si algún hermano vuelve
por el camino del rey;
... puedo, puedo hollar el dolor e implicar en él un serio reto y su virtud;
en realidad podría caminar sobre piedra abierta y acercar con las manos
los hierros candentes del espí­ritu;
aún, aún puedo hacerlo aquí­ y así­, ahora;
...y en ello, y por ello, es que auspicio el fuego y la esperanza.




http://www.oriondepanthoseas.com

[Antonia Pérez Garcí­a]

Estimado poeta, magnitud perfecta de esta prosa de fuerza interior.
Gracias por participar, la leere en el programa.
Un abrazo
Antonia.

[Olga San Isidro]

Queridisimo Orion, magnifico poema donde más que las palabras, se puede sentir ese inmenso mundo interior que le acompaña, y que nos deja perlas como esta que acabo de leer.
Un enorme abrazo para uno de mis poetas favoritos.

[eledendo]

Estimado poeta, magnitud perfecta de esta prosa de fuerza interior.
Gracias por participar, la leere en el programa.
Un abrazo
Antonia.

... Antoñita, será un honor que tengas a bien dictarlo por la radio; recibe mi agradecimiento más sentido con mi abrazo sincero; Orión

[eledendo]

Queridisimo Orion, magnifico poema donde más que las palabras, se puede sentir ese inmenso mundo interior que le acompaña, y que nos deja perlas como esta que acabo de leer.
Un enorme abrazo para uno de mis poetas favoritos.

... estimada poeta y amiga, aquí­ no hay mucho, pero lo que hay, eso sí­, procuro dároslo limpio, ní­tido, en busca de un poco de dignidad poética, nada más; yo también os leo y tomo lecciones que vamos dejando sin saberlo ni tampoco para quién; gracias, Olga; tus palabras me valen de oro puro, compañera; Orión