Hay que indagar, buscar
en las reservas interiores.
Se han quebrado mis uñas
socavando las rocas
y el alma se lacera
en púlpitos del viento.
¡Momento!
¡Hay que seguir buscando!
Puede ser que el olvido
sea aún prematuro
y el dolor de la queja
sea un grito malsano.
¡ Momento!
¡Paciéncia!
¡hay que seguir buscando!
ya no tengo los dedos
y no tengo las manos,
ni el calor de la muerte
con sus fuegos amargos...
Pero aún... imperfecto
¡hay que seguir buscando!.