O quizas si existía yo esa mañana,
no estoy seguro pero si sé que flotaba
suspendido en saudades mi niñez
al escuchar el sólo de acordeón de piazzola
enfrente al obelisco imaginario
que se erguía arriba en tanta altura,
no sé si era la mía tambien
pero esos tangos de Canaro, hicieron
renacer nuestra intitutriz Mary Naughton,
junto mi hermano Jorge trotando por Costanera
encima de unos patines resbalosos
con los que bailábamos nuestra niñez
tarareando en Inglés, sorteando desniveles,
perseguidos por ella para sujetarnos,
be carefull nos decía con su voz tiritona de vejez
la mirábamos y la queríamos con respeto
Miss Mary le decíamos, good morning contestaba,
eran nuestras primeras palabras en inglés
adentro de estos recuerdos envasados
en ese Buenos Aires querido.
renacidos con Astor,