Cada cual busca lo suyo,
ajeno a los demás males.
Los mozos hablan de amores,
los viejos de sus achaques.
Nadie en el prójimo piensa,
¡qué más da lo que le pase!
Mientras él esté caliente,
el resto le trae al aire.
Se me han muerto dos vecinos,
con comentarlo me vale;
se dice que eran mayores,
muy longevas sus edades.
Hoy hay fútbol en la tele…
A mí lo que mal me sabe
es verlo en pantalla chica,
pues no funciona la grande.
Así todo: Yo a lo mío
y los demás que se aguanten.
Unos con la tripa llena,
mientras otros pasan hambre.
¿Tengo dinero en el Banco?
¡El resto se las apañe!
Lo que a los demás suceda
eso no le importa a nadie.
Unos estarán muriendo
en tanto que hay quienes nacen.
Todos somos egoístas
y eso no habrá quien lo cambie.
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
¡Hola don Francisco!...genial poema
que de verdades está lleno, y así es el
egoismo, el que tiene la tripa llena
no le importa del que tiene hambre
... pero la vida es así, y en estos
tiempos cuantos hay con hambre.
Un aplauso y de pié por éste podema.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Me alegra que le haya gustado, estimada Antonia.
La vida es así, querida amiga. Somos egoístas por naturaleza.
Muchas gracias y muchos besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.
Es más fácil que nos halle destrozados él, estimada Antonia. Porque suele tener mucho más dinero...
Muchas gracias por sus amables palabras, amiga.
Muchísimos besos.
Francisco
La gloria es del que la busca; la suerte de quien la encuentra.