Sabía que le iba a gustar, estimada Antonia.
Pero yo hay algo que no entiendo y es a los jóvenes actuales. Nosotros tuvimos nuestro Dictador, mucho más represivo que estos, pero teníamos trabajo y podíamos vivir bastante bien aunque fuera sin libertades. Ahora, estos chicos tienen toda la libertad del mundo para hacer lo que no deben. Pero para hacer lo que deberían parece que están atados de pies y manos.
Francamente, no lo comprendo y usted ya me entiende. Será que con tener móviles de última generación con los que poder "guasear" y alcohol y sexo fácil les basta, aunque tengan que vivir a costa de la pensión de sus abuelos.
Muchas gracias por su presencia en mis versos, amiga.
Muchos besos.
Francisco