ARREBATOS

[A. Elisa Lattke V.]

ARREBATOS

Déjame tu canto por las ramas,
quédate en vuelos de mis sueños,
quítame plumas de mis alas
y déjame desnuda por tu cielo.

Vuélvete ola gigantesca,
vuélvete viento que levanta,
enciende tu luz cuando anochezca,
escucha mi voz cuando te canta

Permite ser furia en tempestades
sumisa a magnitud del infinito,
fracturada por todas las verdades
esclavas del amor que necesito.

Cuando yugo presione por mi cuello
bésame cual virgen ya desnuda;
antes de morir por este exceso
desahuciada por mi única locura.


Elisa Lattke
08

[Grisel Vidales Camaño]

Bellisimo poema querida ranita, hermosos arrebatos.
Me encantó.
Quedo en esos arrebatossssssssss.
Besos.
Grisel.

[Olga San Isidro]

Si te digo que me emocionaron profundamente estos versos, pensaras que es normal, que cuando uno escribe, siempre espera que así­ sea, bien, pues yo te lo digo, hay un ruego en ellos, que me pareció precioso.
Besos.

[David]

Coincido con Grisel, ¡qué necesarios son los arrebatos!

Gracias por enseñarme.

Saludos. David.

[A. Elisa Lattke V.]

Si tuviese que escoger una estrofa, lo haría con esta:

Vuélvete ola gigantesca,
vuélvete viento que levanta,
enciende tu luz cuando anochezca,
escucha mi voz cuando te canta.

Sencillamente porque sentimos muchas veces ser una ola en un arrebato, bien para amar o ser amados, bien para desear el bien a otros o desaparecer en un arrebato..., pues somos proclives a la melancolía los que escribimos con el alma; o ese viento que se levanta en torbellino u huracán; y esperamos no sólo la luz de cada día soleado, sino, otra LUZ que nos regala la vida a través de quienen nos aprecian o nos reconocen parte de su amor y nos regalan incentivos para conservarnos fuertes y esperanzados. La voz, nuestra voz es a veces el calmante de la sed que llevamos cuando el poema nos llega muy dentro. Así que, Griss, Olga y David, os envío una ola gigantesca de amor.

Un beso a cada uno y gracias. Elisa.