para darlo tan solo con sentido.
Tengo un corazón tan magullado
por haberlo brindado como un niño.
Tengo un corazón tan solitario,
que puede oír cualquier sonido
como unos pies desnudos en la alcoba
o las manos sin tocarme si dormito.
Un corazón que acuna sueños
que mucho lo han golpeado en el camino
Pero valen los tropiezos a tu vera
si se hacen bálsamo contigo.
Tengo un corazón , te lo regalo;
pero tanto ha sido lastimado,
que deberá ser fortalecido
para volver a decir.....!Te amo!
Horacio Montes-Bradley.
Abril / 1997
