
No es la misma mujer
que conocí, cada día
su mirada es mas brillante
su sonrisa mas fresca.
Siempre pendiente de letras
que le llegan . . .
Que esperas le pregunté,
ella me respondió :
las letras que me hacen soñar.
Ya no es la misma,
la veo suelta, libre.
Siempre esperando la calma
de las noches , noches
de verano . La observo
sin que sienta
mi presencia.
La veo con sus pechos
descubiertos, me sorprendo ,
no la reconozco.
Está con él, el de las letras
que espera cada noche.
Hoy se han encontrado
se sienten, se besan, se acarician,
no le importa nada , solo estar
unos momentos juntos,
momentos robados.
No pide nada , solo tenerlo,
palparlo , el deseo es mutuo.
Le susurra que es única,
que la quiere.
La mira, observa sus gestos,
le encanta su sonrisa,
su forma sensual al fumar . . .
Ella se deja llevar
por sus palabras,
lentamente la fantástica
pasión la atrapa,
se sumerge en el mas
profundo sentimiento
de sentirse deseada.
De pronto él le dice
te dejo mi amor,
nos encontramos mañana,
así no perciben nada extraño.
El es un amor prohibido,
ella lo acepta ,mañana lo esperará.
Me pregunto mil veces
que le sucedió, no logro
entenderla.
Tan solo creo
que se han encontrado
demasiado tarde . . .
Siento que a ella no
le importa y seguirá
viviendo momentos robados
de intensa pasión.
La miro y pienso
cuánto tiempo podrá
mantener la fantástica
pasión, que es efímera y prohibida…
Grisel Vidales.