VACÍO. 
No me asusta la soledad 
Aunque esté solo en casa. 
Que a veces le salgo al paso 
Y en ella mi cuerpo descansa 
Mientras mi espíritu de poeta 
En sus viajes astrales trabaja. 
Siempre ronda la muerte, 
Incansable y fiel, no nos falla 
Y, a solas, nunca nos deja. 
Nos sigue la sombra que pasa 
Que sin ruido se siente muy cerca 
Y la presencia de Dios en la estancia 
Y oyes voces que en silencio 
A solas, en silencio, te hablan 
Y alegran tu corazón entristecido 
Y llevan consuelo a tu alma 
Y te sientes acompañado 
Aunque estés solo en la sala. 
No me refiero a esta soledad 
Que a veces, muda, te acompaña. 
Me refiero al vacío de la gente 
Cuando algo triste te pasa 
O bien te falla el trabajo 
O te ocurre alguna desgracia. 
Ese vacío que duele y hiela 
Más que la nieve y la escarcha 
Y hasta el tuétano de los huesos 
Como un mal virus traspasa 
Y te sientes muy solo y muy triste 
Y de pena se te parte el alma. 
Es imposible que los muertos, 
Dentro de sus tumbas cerradas, 
Sientan ni tanta soledad 
Ni este frío que espanta, 
Si es que a los muertos en la tumba 
Todas estas cosas traspasan 
Y puedan sentir este frío 
Que a los vivos les hiela el alma. 
Pero no, que los sentimientos 
De los cuerpos muertos marchan 
Y en las tumbas solo queda 
Lo que es el hombre. Masa 
De ceniza y de barro 
Y que vuelve, 
Tierra a la tierra 
Polvo al polvo 
Nada a la nada. 
Pero este helor a los muertos 
Ni les afecta, ni les pasa 
Ya que ellos muertos, 
Ni sienten, 
Ni hablan, 
Ni miran, 
Ni aman, 
Ni escuchan, 
Ni andan, 
Ni se mueven, 
Ni nada, de nada, nada. 
Pero cien años no dura 
Ni mucho menos la desgracia. 
Son reveses de la vida. 
Son cosas que pasan 
Y tan solo las cicatrices, 
De las heridas la marca, 
Quedarán con el tiempo 
Que, el tiempo, no puede borrarlas 
Y los desengaños sufridos 
No se borrarán de mi alma 
Como tampoco olvidaré 
Que tu me volviste la espalda. 
Y vendrán tiempos felices 
Y la alegría volverá a mi casa 
Mas nunca, nunca olvidaré 
Que me volviste la espalda. 
Nunca en la vida te necesité 
Ni me empleé en ti en nada, 
Siempre he estado a tu lado 
En la suerte y en la desgracia 
Y cuando a mi me sobraba un duro 
Feliz atendía la convidada, 
Sonriendo, quizás forzado, 
Cuando ese duro no me sobraba. 
Vete a la mierda, muchacho, 
Que ya es agua pasada; 
Pero yo ya no te quiero 
Son cosas que duelen y pasan. 
Mas, antes de que vuelva 
Como el muerto a ser, 
Tierra a la tierra, 
Polvo al polvo, 
Nada a la nada. 
Me gustaría tener ocasión 
De encontrarme con tu mirada, 
Frente a frente, si es que valor 
Tienes a dirigirme la palabra, 
Que yo te responderé 
Con la frente muy alta, 
Quizás olvidando el pasado 
Y el alma desengañada 
Como los muertos responden 
Con voz sin eco y sin palabras 
Con ese silencio tan frío 
Que dejó mi alma helada 
Ya que los muertos, 
Ni sienten, 
Ni hablan, 
Ni miran, 
Ni aman, 
Ni escuchan, 
Ni andan, 
Ni se mueven, 
Ni nada, de nada, nada. 
<0> 
LUIS CUEVAS LÓPEZ
			
			
									
									
						VACÍO
Moderador: Julian Lopez
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				Luis Cuevas López
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a LUIS CUEVAS LOPEZ
Dignísimo romance, que al empezar dice vacio, pero que va llenando
el espacio hasta ser gran compañía. Compañia en este foro de poesía,
Gracias unay mil veces.
Un abrazo
Antonia.
			
			
									
									el espacio hasta ser gran compañía. Compañia en este foro de poesía,
Gracias unay mil veces.
Un abrazo
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
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				Carmen Gutierrez Tamayo
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				Luis Cuevas López
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Amiga Antonia
Son vivencias tristes como los momentos que se viven y que hasta los familiares más cercanos te vuelven la espalda. Luego viene el perdón porque no se puede odiar toda la vida pero si que es imposible olvidar y yo perdono, como todos, pero no olvido. Fue una experiencia muy dura para mi que jamás he sido capaz de volver la espalda a nadie.
Fraternal abrazo.
			
			
									
									
						Fraternal abrazo.