
Si fuese posible...
saciar mis años gastados
como frágiles eneros
en el viaje de tus ganas,
volvería la vista atrás,
buscando la huella...
en el temblor de mi memoria
que marcó la arena en tu orilla,
ahí... donde la mar
empuja sombras prohibidas
desparramando silencios,
ahí... donde mi furia
sin miedo a la condena,
ahoga su inocencia
declarándose culpable.
Ahí amor...
te haría beber mis deseos
para que tus labios presagien
el sabor de mi copa servida...