CARICIAS NEGADAS

[Abel Torres Llamas]

CARICIAS NEGADAS


Una gran nostalgia,
ha embargado mi vida.
Sin afecto, ni alegrí­a.
No sé lo que ha pasado.

Si alguna mujer llamara por teléfono,
diciendo: Señora,
su esposo no llegará, a su casa esta noche,
pues se ha quedado dormido, en la mí­a

Sediento de amor, ha llegado,
buscando caricias en otra mujer.
No debe culparlo.
Sólo complascalo, como su marido.

Si le niega sus caricias,
luego entonces, él las buscará,
en otras mujeres,
para saciar la sed de amar.


Mujer, usted con todo su derecho,
le niega sus caricias,
es como negarle ,
a su hijo su pecho.

¿Qué caso tiene señora?
De que sirve que en una fiesta,
o en un altar, se hagan juramentos.
Todo el amor y satisfacer sus cuerpos.

Si usted tiene lo que él necesita,
y no se lo entrega
entonces, no presuma lo bello,
que es ese papel fugaz.

Luego, señora. Falto de afecto.
Así como de caricias,
cuando ha llegado con usted,
y sólo recibe el rechazo.

Ya no volverá a suceder,
que por las noches,
se detengan sus afanes,
y se transformen sus deseos.

Ya no pasará que en la penumbra,
de la noche y los ojos cerrados,
implorando al cielo una caricia suya.
¡Pero sólo hay negación!

Sus sentidos están muy lejos,
ayer ausente, como hoy,
mañana será igual,
Y él clamando amor desesperado.

Y

Ahora no sé, si estoy sin tí­,
o no existo, o me fui.
Solo sé que me haces falta,
Tú y sólo tú, pero no lo comprendes...

drlabe@hotmail.com

Abel.

[Marí­a de león]

Agradable poema, en un intento de engaño.
Gracias por compartirlo.
Lo saludo.
Marí­a.

[Antonia Pérez Garcí­a]

Estimado poeta. un poema con algo de picardí­a, pero muy bonito.
Gracias por compartirlo.
UN abrazo de Antonia.

[Maite Martin-Camuñas]

Y cuantas infidelidades no comenzarán así­? Bien llevado, con delicadeza pero muy real.
Un cordial abrazo

[Olga San Isidro]

Si que es verdad, que cuando no se tiene, se busca fuera, pero eso tan solo se logra cuando se comparten todas las cosas.
Fina ironí­a caballero. Un saludo.

[ERNESTO WÜRTH]

ABEL, hermoso poema, pí­caro tema muy corriente, saludos ernesto