Fuera el tiempo se quedó atrás,
los relojes marcan horas cansadas.
Años, que nacieron en palmas de farolas,
se amontonan en el suspiro del pasado.
El sendero se hace cada vez mas largo
llenándose de zarzas y encuentros de poca luz.
Las mañanas se suman a los árboles viejos,
como la nieve derretida en mÃ.
Lento y largo camino el del poeta,
trovador de sueños y palabras al viento,
mendigo de ilusiones y de libros viejos.
Siempre caminando en nubes agridulces
que se deshacen, en cada amanecer, como los sueños.
Ningún tiempo pasado fue mejor,
pero este futuro es incierto,
y el coraje de la juventud
se cae lentamente de mà cuerpo...
Julián: Creo que todos los poetas llevamos una carga que solamente cada uno conoce, pero en sà es mas o menos lo mismo.Esa carga la llevamos en el corazón, que aunque cansado de andar no se detiene y continua su derrotero hacia el amor. Inancalzable?.Quizas, pero lo importante es el viaje y el seguir desparramando sueños echos versos. Siempre compañero de viaje Horacio Montes-Bradley