¡¡DÉJAME QUE LA LLUVIA YO TE OFREZCA!!

[Esther Luscinda Melcón]

Esta noche no quiero que amanezca
porque en tu lecho estoy. Y estoy contigo.
Mies es tu cuerpo y en tu campo espigo,
mi rocí­o tendrás porque florezca.

Déjame que la lluvia yo te ofrezca
para brotarte de la tierra el trigo,
en todos los momentos te persigo
y le diré a mi amor que te merezca.

Y hasta llegar la claridad del dí­a
a ese cuerpo de diosa idolatrada,
el fuego que arde en mi de llamarada

ninguna escarcha helada me lo enfrí­a.
Solo lo hará la luz de la alborada.
Y otra vez en el sueño serás mí­a...

Esther Luscinda... Santander

[Olga San Isidro]

Me parecio de verdad, enorme, por la grandiosidad, y bello, sumamente bello por sus palabras de amor.
Un beso para ti Esther.

[Esther Luscinda Melcón]

Hola Olga cariño, pues me dejas toda alborozada
por tu comentario excelente, estoy muy contenta
con esas palabras que me adjudicas y trataré de
merecerlas. Besitos cielo Esther Luscinda

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola Esther.. Qué bonito soneto...cuanto amor.
Un beso de Antonia.

[A. Elisa Lattke V.]

Y hasta llegar la claridad del día
a ese cuerpo de diosa idolatrada,
el fuego que arde en mi de llamarada

ninguna escarcha helada me lo enfría.
Solo lo hará la luz de la alborada.
Y otra vez en el sueño serás mía...

Esther Luscinda... Santander

No me extraña que tengas la dios de tu parte y hagas tan bella poesía... Uf., que una 'un ruiseñor' no es de palo aunque se suba al palo de la rama y quisiera buscarse una diosa por ahí que no creo que sobren muchas... plumíferas ¿Lo sabrá Antonia? Yo creo que le deben gustar,más bien, ¡los pajaritos fritos! ¡Me voy volando que si me pilla me arrea un palo y a la cazuela!

¡Qué buena eres poetisa!
Besos.

[Graciela Soto]

Una belleza, amiga querida, diáfano como la luz del amanecer y dulce como la miel...Un placer grande pasar por tus letras linda Esther. Un beso grande.
Graciela