sintiendo las caricias extremadamente triste,
fuerza impuesta en el galope y así resiste
la marcha desbocada de quien fue enamorada.
La partida fue siguiendo la jugada
y el corazón anegado en tanto fuego
pide piedad en la derrota, no es juego...
persiste en el recuerdo esa noche postergada.
Al volver, si puedes algún día, recuérdame
entre todos los espejos que me hubieren reflejado
y envuelta así en fina niebla suba eterna a tu tejado.
Camino, aire, reflejo, caricias, fuego...
instantes en dulce aleteo yo te entrego
mírame bajo el triste manto del ocaso.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Estoy sorprendida, recien pude entrar y ya sabes que me encantan los sonetos,
creo que estas un poco enojada...yo también les digo a los poetas que no les
cuesta ningún trabajo recorrer todos los foros y alegrar un poco.
¡¡Feliz año nuevo!!...ya te llamo por telefono.
María.
Antonia un poema muy lindo, me encanta como plasmas las imagenes, hay veces que el galopar del amor, se va convirtiendo en trote y acaba al paso, pero siempre dentro de la tristeza que encierra, quedan los momentos que no se olvidan y dan la experiencia en el ocaso de la vida...