Acuéstate, Manolico,
Duérmete ya y no seas malo
que mañana es seis de enero
y vendrán los Reyes Magos.
Cierra pronto los ojicos
que, en tu cuna, descansando
velará tu sueño un Ángel
como tú, gordo y rosado.
Duerme tranquilo, mi vida,
descansa mientras te canto
lo mismo que le cantaba
su Madre, hace muchos años
a un pequeño, que era Dios,
pero que estaba llorando.
A la nana, prenda mía,
tus ojos ya se han cerrado
al tiempo que una sonrisa
juguetea por tus labios.
A la nana, Manolico,
duerme que, no sabes cuánto,
al contemplar tus mejillas
también creo estar soñando.
Mañana, cuando despiertes
vas a ver muchos regalos:
Una pelota y un coche
de pedales, colorado
y un caballo de cartón
que te llevará volando
por caminos sin espinas
bajo cielos tapizados
de algodón dulce de azúcar
y de caramelos blandos...
¡Silencio, chisss, no haced ruido!
Manolico vuestro hermano,
se ha quedado dormidico
en su cuna, bien tapado,
igual que si fuera un Ángel
de Murillo o de Tiziano.
..........................................
¡Si ya voy...! No tened prisa,
enseguida os acompaño...
que no es un hijo, es un Cielo
y no me harto de mirarlo...
AGUSTIN
Los pájaros enjaulados no cantan. Es que no saben llorar de otro modo.
Estimado don Agustín...¡bellísimo!...no hay más palabras para honrarlo...
Gracias por compartirlo, lo leere en el programa del sábado.
Un abrazo de Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !
Olga San Isidro escribió:¡Que hermosísima nana! Cuanta dulzura y cuanto amor en tan lindas palabras.
Mis saludos.
Gracias, querida Olga. Es lógico que una mujer encuentre lindas palabras en mi poema pues lo escribí poniendo mis versos en los labios de una madre...
Feliz año 2009
AGUSTÍN
Los pájaros enjaulados no cantan. Es que no saben llorar de otro modo.