ni a los valles mas ocultos o a las más verdes plantas,
ni a los senderos inciertos que se abren cada mañana,
al amanecer los días y aparecer el sol en las ventanas,
yo soy como el aire que cimbrea en el río las cañas,
ni tan siquiera siento el ligero vaivén de las ramas,
por ello mis versos son, sólo palabras desgarradas,
que no sirven para hacer ni las mas tristes baladas.
Yo no sé escribirles ni a praderas ni a montañas,
ni a la gente mas humilde que habita en cada casa,
o hacerlo contra aquellos que agitan las espadas
cuando en el devenir de la vida, alguno naufraga,
yo quisiera ser el poeta, que un día amortajara
los odios y las injusticias tan sólo con palabras,
y podría al fin ver, como con ellas mi alma cabalga,
destruyendo para siempre todas las altas murallas,
barreras que atosigan, que humillan, que acobardan,
que cercenan corazones, que distancian las almas,
¡Yo quisiera ser...tan sólo viento de esperanza!