Y se tiñó con pepas musicales
entre gajos de naranjas y un racimo de uvas negras
un tejido de sueños con hilos verdes de albahaca
y los guardé en la roca de mis ensueños navegados y
y la melodía de un cello trillo la noche amurallada.
UN POETA Y SU LUZ
Llueven notas de música desde mi cello imaginario,
y rondan los espacios en la barca que
timoneando el poeta, va cierto en su vida;
ese poeta soy yo mismo
disfrazado de nube, de lluvia, o de música,
me muevo velozmente, cual jet y velocidad de luz,
cultivando rosales rojos casi negros
sobre los blancos muros de almendras,
en páramos cubiertos con hambre,
en ríos con sus aguas de acantos.
Anclado en la bahía, mi barca,
pintada de azul, salitre y rojo
y mi alma encerrada en su caja secreta,
ordenando a sus remos el zarpe hacia la nada.
A veces muero azotado por oleajes
o pisoteado por manadas de elefantes,
pero saboreando mi barra de chocolates
en los besos de mi Musa que flota en sus suspiros.
Vuélcanse mis ansias sobre olas del remanso
cuando el reloj da las doce de la noche.
Los besos caen junto a las notas de mi cello,
en absortas bocanadas de amar tanto,
y unos versos que deambulan entre mis labios
brotando en arcoiris entre el sexo y amor puro
la sintaxis del placer que se medita, se goza,
junto al agua en que navega mi alma apresurada.
Y rugen vientos fuertes desde profundas cavidades,
y la luna se apaga, como un resto de cigarrillo.
Se escucha el rasguido del cello enamorado
que adentro de su alma de madera,
encierra notas sincopadas.
persigue a la camorra, a los peces y gaviotas,
que rondan felices mirando como crece
el amor, el ímpetu, la dicha y el olvido.
Y debajo de todo se encuentra el espejo
con su luna de agua donde se miran los peces
se refleja la luz, se reflecta ese olvido
pues quedó rezagado en el pliegue de la nube
la que se olvidó de llover
y se convirtió en pepas musicales.
HOY
Que hermosos son los ahora
cuan penoso los olvidos
son cítricos, pensamientos frescos
los que hablan sintiendo el presente,
mirar como cae la lluvia
como el sol se apaga en las tardes;
Quise ir a tantos lados, conocer lo desconocido,
y por descuido no fui,
olvidé
al mismo olvido.
El ayer
es recordado con pasión y pena,
a pesar que fue vida,
y al pasado lo archivamos.
LUZ
Sin silencios no hay ruidos.
Sin oscuridades no hay luz.
Sin luz no hay vida.
Sin vida, nada hay.
Pero siempre habrá luz con amor.