
UNIÓN
Piel morena entre sudores,
presagios de sintonía,
un vaivén de calores,
ya dos cuerpos que ardían,
una mano, mil temblores,
y mil besos que se abrían
cual si fueran cavadores
en la cavidad que ansían.
En medio de los rubores,
calor sus negros ojos pedían,
y acabando con los pudores
de pasión sus cuerpos latían.
Fue noche larga de candores
en que los cuerpos se unían,
llenandola de resplandores
cuando dos en uno se fundían.
Se mecían seductores
los cuerpos en la algarabía,
de sentidos burladores
que a la pasión se rendían.
Piel morena entre sudores,
noche que eterna se hacía
miles de males de amores,
en olvidos se convertían.