Anoche te vi, morena...

[Francisco Escobar Bravo]

Anoche te vi, morena,
y soñaré que aún eras mí­a;
mas me olvidé de mi pena,
pues todo fue una utopía.

¿Para qué más molestarte
si ya dictaste sentencia?
Fuiste juez y fuiste parte
y no tuviste clemencia.

Así que, sin más palabras,
te deseé buena suerte.
¡Basta de bromas macabras!
Sólo llevan a la muerte.

Y como morir no quiero
pronto cerré la ventana.
Tengo otro amor más sincero
que el que me diste, galana.

Con esto acaba la historia
de aquel amor desdichado,
que seguirá en mi memoria
mas es cosa del pasado.

No he de volver a escribirte
ningún verso, de seguro.
Fue tu decisión el irte...
Pues se acabó, ¡te lo juro!

[Marí­a de león]

Don Francisco.... es un precioso romance muy agradable al leer
Honor y bendición para usted, gracias por compartirlo.
Un saludo.
Marí­a.

[Carmen Gutierrez Tamayo]

Buena manera de plasmar en los versos ese adiós que a veces no lo elegimos nosotros, pero que lo aceptamos y lo hacemos firme.

Un placer pasear por sus versos...

Un cordial saludo

Carmen

[Antonia Pérez Garcí­a]

Es un placer ver este romance en primera lí­nea.
Un abrazo de Antonia.