como insólita luz apareces, te vas;
suprema dicha verte, y perderte me abruma
me agradan los rayos con luces muy fugaces;
es tan hermoso el mar, sus arrecifes negros
las nubes y las rosas rojas ya casi negras
Y tus ojos me observan con disimulo astral
murmurando palabras ilegibles
agitas abanicos cuando me hablas de amor
callas mi silabario y me apagas la vista
se doblan viejos árboles con vientos pluralistas,
desaparecen sombras y la tarde se triza
cual cristal veneciano llenando las mareas
rojas, llena de mares azules, con sus peces.
Mi voz se apaga y prende en sábana al grafito.
que rebalsan el mar con la felicidad,
y tus ojos se prenden en suspiros,
tu voz se escucha lejos, sonámbula amorosa
y dices que mañana será otro dia mi amor
insólitas palabras añorando mejor,
¿porqué mañana? dime, pues prefiero sea hoy.