A MI MADRE

[Luis Cuevas López]

A MI MADRE

¡Ay, madre mía!
¡Cuánto que te quiero todavía!

¿Qué fue lo que pasó entre tu y yo?
¡En nada te ofendí que yo sepa!
¡Madre querida! ¡Madre de mi alma!
¿Qué fue lo que abrió una brecha,
que los últimos años de tu vida
dejó mi alma, por el desdén, deshecha?
No nos comprendí­amos muy bien
Y a mí­ me causaba honda pena.
¿Acaso fui un mal hijo para ti?
¿No te cuidaba cuando estabas enferma?
¿No acudí­a a tu lado, dejándolo todo,
siempre con igual diligencia?
¿Qué es lo que pasó? ¡Diá ¡Ya es inútil?
que es muy grande tu ausencia
y donde tu estás, no te llegan
ni mis lamentos, ni mis quejas,
y en mi alma por siempre quedará
esta pena tan honda y tan negra,
sin saber si un beso o una palabra
hubiera roto esa barrera
que entre los dos se levantó
abriendo en nuestro amor una brecha
de incomprensión y silencio,
de dudas, de lágrimas y de tristeza
y que el tiempo y la distancia
hacen más profunda y más negra.

Creo que siempre fui solí­cito
Y de mi amor filial te hice entrega.
De nada me remuerde la conciencia
Pero a veces me da mucha pena
Y pienso en ti, madre mí­a, y me digo
Que, aunque en nada te ofendí­ que yo sepa,
¿qué fue lo que pasó entre tu y yo?
¿qué fue lo que abrió esa brecha?

Cada vez que oigo a alguien que dice,
Con voz potente y con fuerza,
Que como el amor de la madre
No hay nada en el mundo que se le parezca,
Me acuerdo de ti, madre mí­a,
Y mi corazón se encoge de honda tristeza
Y con un nudo en la garganta,
Pues el grito apresado se queda,
Con el rostro bañado en lágrimas
Y el corazón anegado de pena,
Levantando los puños al aire
Sin voz que el silencio muerda,
Desgarrándome las entrañas
Que en mi interior gritan con fuerza,
¡ay, madre mía! ¡ay, madre de mi alma!
¿Cómo me duele hoy la pena
de quererte como te quiero,
entrañablemente y con fuerza,
y no poder gritar al viento
y que a ti te llegue y lo sepas..........
...............................................
y preguntarte: ¿Qué es lo que pasó,
que del mundo las miserias
a los dos nos distanció,
levantando, entre los dos, esa brecha
de indiferencia y desdén,
de lágrimas y de tristeza................
...............................................
........Muchas veces he pensado
humillarme y bajar la cabeza
y con un ramo de flores en la mano
intentar romper esa brecha
y acercarme de nuevo a tu lado
y arrodillarme cerca, muy cerca,
en la tumba donde hoy reposas
y desahogar en lágrimas mi pena
como el hijo más amoroso,
sí­, como el hijo amoroso que era,
y pegar mi oí­do a tu losa
y hablarte con voz muy queda
y oí­r como me hablas diciéndome,
que no me guardas por nada rencor
si es que alguna vez hubo ofensa
y, como buena madre, me dirás
si la hubo, que ni te acuerdas,
y yo no necesitaré gritar
porque te sentiré cerca, muy cerca,
y cubriré tu tumba de besos,
de lágrimas, de suspiros y promesas
de volver de nuevo a tu lado
con un ramo de rosas frescas
y con el corazón alegre
todas las primaveras
y decirte quedo, muy quedo
con voz qué sólo oí­r tu puedas:
¡Ay, madre mía! ¡Ay, madre de mi alma!
ya no me duele la pena
de quererte como te quiero,
entrañablemente y con fuerza
pues ya te llegó mi voz
al interior de la tierra......................
...............................................
......que no me guardas rencor,
si es que alguna vez hubo ofensa
y que tu también me quieres
entrañablemente y con fuerza
y que no hay nada en el mundo
que al amor de la madre se le parezca....
................................................
..Sí, te quiero mucho todaví­a
y en nada te ofendí­ que yo sepa.

1-5-1983
LUIS CUEVAS LÓPEZ

[Antonia Pérez Garcí­a]

Estimado Poeta, magnífico poema lleno del inmenso cariño
que se le dispensa a la madre, cariño, amor que jamás se pierde.
ha sido un placer leerlo...Graciasssss por participar.
Un abrazo.
Antonia.

[Olga San Isidro]

Dos veces lo leí­, y dos veces me dije, ¡Cuánto dolor! Cuanto sentimiento que no afloro en su tiempo, y ahora ahoga al pensarlo.
Simplemente dí­gase a usted mismo, que algún dí­a podrá contestarse a sus preguntas, cuando menos se lo espere, cuando ya no piense en ello... entonces lo sabrá.
Saludos compañero.

[Luis Cuevas López]

Sus elogios me llegan al alma y alivian el pesar de una duda que arrastraré siempre, pues más doloroso no lo puedo hacer sin contar con la sinceridad del poema.
Fraternal abrazo.

[Luis Cuevas López]

Me satisface y mucho que le gusten tanto mis poemas, todos estan cargados de dolor y ternura al mismo tiempo pues todos son vivencias más o menos reales.
Fraternal abrazo.