Porque me siento tan afortunado

[luis perez]

Porque me siento tan afortunado
y a solas no me puedo hacer la vida
me acuesto y me levanto dormitado
entre mis manos tengo cuanto pida

Si lucho por mi pan siempre obligado
a su victoria nadie me convida
aunque duerma seguro y bien atado
que el escuchar el cuerpo me lo impida

Si a tientas desando mi laberinto
hacia donde creyó mi corazón
irí­a a resurgir su mar serena

Con las necesidades bien cubiertas
no logro sacar causa ni razón
me pregunto por qué doy tanta pena.

[Esther Luscinda Melcón]

Tu ¿dar pena? no me hagas reí­r... Tu das seguridad
con tu amistad porque eres un ser en quien se puede confiar
plenamente, a ti te puedo comentar lo que sea. en la
seguridad de que eres un gran amigo, muy comprensivo.
Luchas por tu trabajo que te proporciona el bienestar
y llena tus dí­as ahora con su lucha...
Luis, un abrazo, venga, Esther de Santander

[Antonia Pérez Garcí­a]

Amigo poeta Luis...precioso soneto, "finaliza diciendo"...me pregunto
por qué doy tanta pena.
La pena no la das tú ..la da la propia vida , con su máscara insensible
y artera, la que hace las mentiras glamurosas...
la que cómo hiel carcome el dulce sentimiento...y nos deja esquivos,
dudando ante la sombra.
Tambien coincido con Esther... un abrazo de Antonia.

[Olga San Isidro]

Totalmente de acuerdo con lo que le dijerón Esther y Antonia, hay que ser fuerte cuando el alma se tambalea. Hay momentos que hay que hacer de tripas, corazón,
Un fuerte abrazo, y que sino la vida, los sueños le sonrian.