A ROSALÍA DE CASTRO

[Luis Cuevas López]

A ROSALÍA
DE CASTRO

Nunca olvidaré aquel día
En que te dejé mi corazón,
Querida amiga Rosalía
Y me traje la inspiración
De tu casa de Padrón.
Con un poco de retraso,
Aunque atropelladamente
Te escribo, Rosalía de Castro,
Para decirte que presente
Estarás en mi eternamente.
Con respeto y admiración,
Aunque te llamaran “la loca”,
Al cantar por tu boca
La pena de tu corazón.
También te llamaban “la llorona”.
¡Qué sabe la gente del amor
Que invadía tu persona¡
Al ver con triste dolor
Las embarcaciones que en el puerto
Unas, adentrándose en el mar,
En busca de su sustento,
Otras, buscando un futuro más cierto
Quizás para no retornar.

Tú, que con sensibilidad
Hacías tuyo el dolor
De ese pueblo luchador
Que busca trabajo y paz.

Tú, que con tu inteligencia
Nos has dejado maravillas,
En tu lengua tan sencilla,
De tu tierra pura esencia.

En mis oídos resuena todavía
Ese suave y dulce silabeo
Que fue para mi una caricia.
Como aquel venturoso día
Con los ojos del corazón veo
Mi hoy amada Galicia.
Es tan dulce y variado
El cantar tuyo, Rosalía,
Que suena con armonía
De fino y suave teclado.

Cuando leo tus versos, para mí
Resuenan como las gotas del rocío
Suaves, en las hojas al caer,
Y, hoja a hoja, repetir
Ese sonido tan querido
Como un suave amanecer.

Y el aire al atardecer
Que mueve los maizales
Que llegan hasta el mar
Con notas musicales
Que nos invitan a rezar
Para que, las naves que salieron
Por la mañana a pescar
Y que aún no volvieron
Regresen sin novedad.

Y con muy suave acento
Lleva un quejido el viento,
En alas de la esperanza
Del hombre que se fue
Y al que se espera con fe,
Confiando en la bonanza
Del mar, que, en el horizonte,
Se pierde en el infinito.
Y la vuelta del “chiquito”
Que se fue de polizonte
Buscando para los suyos el pan
En algún lejano lugar.
Y el cantar triste de las mujeres
Que esperan a los marineros,
Fuertes, bravíos y fieros,
Que vuelvan con sus enseres
Si las olas y ventisqueros
No destrozan en el mar
La frágil barquichuela
Y no retorne más que la vela
Como única y triste señal
De los que, al amanecer,
Salieron para no volver.

Pero en tu idioma tan suave
Canta un pueblo muy fuerte
Hecho de trabajo y valor.
Y con la misma suavidad sabe
Cantar a la vida y a la muerte,
A la alegría y al dolor.
Y la brisa marinera,
Levemente en siseo,
Y la luz de la primavera
También en tus versos leo,
Y abriendo las páginas queridas
De los libros que traje conmigo,
Paréceme que estoy contigo
Y que a pasear me convidas,
Para hablar con el corazón
En tu casa de Padrón.
Del eucalipto me embriaga
El olor envuelto en pino
Y a escribir, el destino
Me invita constantemente,
Que mi inspiración no se apaga
Y con ansias de seguir
Tus pasos, en escribir
Me senté cómodamente
En tu pequeño jardín
Llevándome la inspiración
De tu casa de Padrón.
Quiero volver de nuevo a Galicia
Y de su aire perfumado y suave
Sentir de nuevo la caricia.
Pues yo también de “saudade”
Enfermé, con ocasión,
De mi visita a Padrón.

Y de nuevo tu idioma sentir
Y renovar mi inspiración
Con la brisa de tu mar
Y con más ahínco escribir
Llevando en mi corazón
La esencia de tu cantar.
“Llorona y loca”. ¡Tú, Rosalía¡
¡No sabe la gente lo que es amor¡
Pues por hacer tuyo el dolor
De los demás, lloraba y reía,
Al mismo tiempo, tu corazón.
Pero, como yo, muchos en la mente
Te tendrán siempre presente
Mientras haya un poco de razón…….
……..y jamás tu alma se ausente
De tu casa de Padrón.

LUIS CUEVAS LÓPEZ

[Antonia Pérez Garcí­a]

Don Luis, merecido homenaje a tan gran artista...lo que mucho
se aprecia jamás se olvida.
Gracias por participar con tan preciado poema.
Un abrazo de Antonia.

[Luis Cuevas López]

Siempre me habí­a gustado la obra de esta gran escritora y lo que más me impactó fue ir a Galicia y visitar su casa de Padrón. Tengo una conferencia escrita sobre su vida y su obra pero inédita, así como otras ya se hicieron lecturas en casa regionales de Barcelona
esta hasta el momento presente no he tenido ocasión.
Su obra en lengua materna aunque me falta mucho para comprenderla del todo me atrevo a leerla. Cuantas penalidades le hicieron pasar a causa de su nacimiento. La incomprensión e intolerancia de la época, pero hay que reconocer que su obra es muy meritoria debido a que sobre todo para el gallego partió de cero.