Con alas de seda apareces un dia,
con herida de muerte te posaste en mi mano
son letargos e insomnios el tratar de curarte,
mi querida libélula, y pienso en cielo azul ,
¿ lloras? no sé, pues yo si hago muchos pucheros
¿sonríes? ¡qué pupilas! tus ojos miran fijos
como dos perlas de agua muy clara tan bendita,
encendiendo fogatas, de amor apasionado;
¿cantabas? Es tu alma que late cual tonada,
mientras tu te fugabas en un callado sueño .
Triste historia apagada en mis iris,
de belleza hecha luz, con amor en mis sombras.