SALVE DIOS LAS COSAS...

[Marí­a de león]

Salve Dios las cosas
del destino, como el hambre
seguidor de pausas con nombre
tan rastreras son, tan espantosas.
Que hacen de las llagas auroras,
llagas con espanto como rocas
en la triste travesí­a y en las pocas
veces, transidas las olas sonoras.
Murciélagos que delatan,
quien sabe Dios cuantas cosas
quedaron sin decirse en tantas prosas.
Traslucidos cuerpos que relatan
aún más la mí­sera transparencia
la que vislumbra un ojo en la decencia...
hambre, más hambre en tu creencia
más luto en las aguas sin solvencia.

Marí­a.

[Isa Morion]

Amiga Marí­a, intuyo que lo que dices es mucho más
de lo aquí­ versado, te confieso que me ha gustado y
te doy las gracias por compartirlo.
Un abrazo desde Madrid.
Isabel Morión.

[Maria Ines Favoretti]

Me ha agradado mucho tu poema, porque en el dices, cosas que el mundo
tambien se calla.
Y desde mi Necochea te mando un abrazo.

Marí­a Inés.

[Julian Lopez]

Hola Marí­a un profundo poema
te felicito y te mando un abrazo desde mi mar

[eledendo]

... ciertamente, Marí­a, ciertamente, Dios las salve; pero creo que todos deberí­amos ayudarle, pues ¿ cuál sería nuestro mérito sin pasásemos por el mundo cual meras piedras...?; tu poema/denuncia debe ser leí­do con atención, pues lo merece; un saludo; Orión