el alma se surte en el cielo y respira sonidos
que caen derretidos en agua pura
es el aire del corazón en copos de suspiros
y viajan cantando canciones de plata
hay gorriones desfilando como guerreros
piando distraídos pensando en violines
en mi bosque que mira a los cielos allí tan alto
hay deseos colgando de sus ramas
semejando una ranas que croan suspirando
los jardines colgantes en mi babilonia terrestre de sueños
se llena de elefantes que danzan valses pensando en nada
y se ríen con hormigas que trepan por sus lomos
vestidas de soldados sin portar armas
y se comen mis rosas rojas casi negras
que volátiles miran con sus ojos vestidos de nácar
y ese piano que suena con notas de chocolate
llenos de do re mi sol y la,,
y las miro como suenan en dulces vestidas de novia
subiendo hacia el éter, gozando amores de vientos
No falta la flauta traversa que dice morir allí arriba
tratando de tomarse el ala de un zorzal enamorado
que busca a su zorzala con notas mas altas que una nube
y navego en la música del piano que susurra
suaves turrones tan dulces que contentan al alma
afuera hay un preludio navegando en mi cello
que gime con voz ronca sugiriendo una historia
contada por gnomos pequeños de azabache
que flirtean con la bruma y las libélulas
suaves ondas que parecen olas buscando sus mares
preguntan donde estas? donde estás? donde estás?
como la búsqueda de Prometeo a su amada perdida.
saltando escalones en la isla perdida
hay una rocas llorando a sus mares en la Estacion de Atocha
que pacen en sus prados de aguas azules creyéndose vacas
y gimen anunciando su partida moviendo sus campanas
para que lleguen las mujeres a exprimirle su leche
por ahí hay un hombre llorando a su amada
que lo dejó plantado igual que a una rosa
tan roja que parece ser ira
y en sus labios hay besos que parecen huracanes
despidiéndose del mundo portando ilusiones
mientras, suena un piano llamando a oracionesde soles
y fluyen sus notas como flores en cascadas
y el aire se perfuma con aromas de afrodita
pensando en ayeres junto las enredaderas
qe caen yertas revueltas de hojas tan verdes que primaveras.
no sé cuando me voy a dormir en el regazo del viento
que sopla indignado esta noche de encuentros
entre la flauta, el piano y el cello con mis versos
que titilan como estrellas llorando resquemores
con las manos del pianista y la boca del flautista
mientras el cello con voz ronca llama al sueño.
prólogo,
ahhh !! la dulce quietud del bosque y de las rocas
del aire con las rosas rojas casi negras que me miran
y una trompeta con voz de la Piaff retumbando mis oídos
preguntandome si quiero ver mi Musa sentada en la playa
que me mira apasionada, extrañada mi silencio
que guardo acompasado en el closet de recuerdos
una noche cualquiera en que me senté a pensar
en tantas cosas bellas transcurridas este dia feliz
y que quedó flotando en la música de sueños
que un día llené con mis suspiros.
