la unigénita mimada y consentida
de una familia adinerada;
todos tus sueños e ilusiones
al segundo eran complacidos
sin, ni siquiera, mirar su precio,
Pero tu te sentías prisionera
encerrada en tu preciosa jaula
de oro, esmeraldas y turquesas.
Un día quisiste probar algo nuevo
que te hiciera alcanzar esa Libertad
que tu, tantas veces, habías ansiado;
y, pensaste, que lo habías encontrado
al sentir como un loco Pegaso Blanco
galopaba, desbocado, por tus venas,
El te elevó hasta el cielo,
te hizo rozar las estrellas
llevándote a su paraíso;
pero no quisiste darte cuenta
de que solo era un espejismo
y te precipitaste al vació.
Balada para una gaviota
que, buscando Libertad,
dejó comodidades y riqueza
para mendigar en una esquina.
Cuando, al final, descubriste
que, en realidad, te esclavizaba
quisiste dar marcha atrás;
pero tu billete había caducado
y, con las venas quemadas,
no podías volver al camino;
estabas al borde del abismo
y, con los ojos vendados,
caminabas hacía tu fin
Ya todo cambio para ti
pues solo podías seguir
pendiente del proximo pico;
eras una marioneta sin cuerdas,
una barquichuela que zozobra
acosada por la fuerza del temporal.
Una noche, te pasaste,
y, con tinta de Jaco,
escribiste tu epitafio
en un solitario y lúbrego callejón
con la jeringuilla tatuada en el brazo
y, el alma, cabalgando entre nubes
A LA MEMORIA DE ALMU QUE HACE 8 AÑOS QUE NOS DEJO