Zorzalea ella en la rama del durazno
y el le responde con agudísimo cante;
la naturaleza es quien habla
y mi grafito ensoñado camina sobre
el piano de Argerich, que danza,
sobre notas pensadas por Chopin..
Despierto en mañanera calma,
y se intensifica zorzaleo, latidos
de corazón infartando al bel cante,
al miocardio, que me inspira soneto,
con recuerdos del siempre reeditados
y me encanta cuando sonríes,
con el rictus de tu boca,
la simpatía de tus voces
y esa manera de caminar cual danza,
pues me sonríes tan adentro
de éste divertimento, ésta amanecida sin sueño,
somos vulnerables, sensibles, felices.
Vaya, vaya, ¡ cuanta felicidad !
Y vivir lejos de las horas.