Un soneto me manda hacer Violante,
y en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.
Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante.
Por el primer terceto voy entrando
y aún parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le voy dando.
Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce, y está hecho.
DE PARTE DE VIOLANTE
Un soneto Don Lope me ha enviado
y en mi vida he leído algo más feo.
se conoce que el hombre, en su deseo
de querer halagarme, ha fracasado.
En lugar de ponerme lo inspirado
que se suele escribir en un correo,
va contando en pesado sermoneo,
lo que lleva del bodrio terminado.
Y lo malo es que encima justifica
esa birria total, y especifica
que fui yo quien mandó tan mal enredo.
Pues lo niego del modo más tajante,
y que sepa, de parte de Violante,
que prefiero un soneto de Quevedo.
AGUSTÍN
Los pájaros enjaulados no cantan. Es que no saben llorar de otro modo.