Volvió la noche estremeciendo
el lienzo platinado de estrellas
colgandose del mundo solo ellas,
la danza del tiempo encendiendo
llamaradas de olvido, cenizas de agonia,
umbrales en oscura y muda sinfonía.
La noche y el día se juntan tardías
a velar en la fuente lo que la luna quería,
pintores pintando un Edén con porfía
y la roja manzana tentando a picardía,
el mordisco sería más que valentía
en las bellas noches que siguen al día.
Ajenos los ojos de quién no miraría
la bella silueta llena de energía...
Ajenas las calles con su filosofía
y un manto de niebla seguro las traía
a las dulces palabras llegadas del día,
en ellas mi amor te decía.
El lienzo del tiempo, pincel descontento,
le tira a la luna el blanco de la espuma
respondiéndo la luna cual garra de puma,
lo enreda en el viento y le da sufrimiento
le roba esos besos aún sedientos
que vagaban silentes y a la vez ausentes.
Antonia.
Un poema... ¡ Que mágica manera de decir que estoy presente !