Desengaño

[Francisco Escobar Bravo]

Dijiste que no parara,
que con mi labor cumpliera;
pero, luego, la primera
fuiste en echármelo en cara.

¿Para qué tanto discurso
hablando de mi valía?
Tomas un camino un día
y al otro cambias de curso.

Ya me temí que era un sueño,
un amor de un solo instante.
¿Pensar que fueras mi amante..?
¿Llegar a ser yo tu dueño?

Fue la locura de un viejo
cegado por tu hermosura,
mas recobré la cordura
y me olvidé del cortejo.

Que existen en esta vida
cosas que no tienen vuelta:
Tú eres joven y resuelta,
yo ya perdí mi partida.

Como dañarte no ansío
no te vendré con más llanto.
Prosigue pues tú, por tanto,
tu caminar y yo el mío.

[Antonia Pérez Garcí­a]

¡Hola don Francisco!... el desengaño es el daño
que sin ser un peldaño lo estamos subiendo
hasta dar con el cielo y de allí al suelo.
¡Muy buen poema lleno de realismo para cada
persona que pase a leerlo.!
Un abrazo y muchas Felicidades
Antonia.

[Francisco Escobar Bravo]

Muchas gracias, querida Antonia.
Y disculpe que no haya contestado antes, pero no he recibido aviso de los diferentes comentarios a mis poemas. Supongo que el correo estará bien, así que no sé a que se deberá.
Me alegra que le hayan gustado mis versos, estimada amiga, y le deseo un muy feliz año 2013.
Muchísimos besos.
Francisco

[Marí­a de león]

Un poema con mucha sinceridad...
perfecto.
María.

[Francisco Escobar Bravo]

La sinceridad es, sin duda, el mayor de mis defectos.
No puede irse por la vida tan de cara, excepto que quieras que te la partan. Lo cual me ocurrió muchas veces.
Muchas gracias por su tiempo, amiga mía.
Besos.